25/5/09

Entrenando para un gran viaje



Por Oscario.Ayer (por sábado) fuimos a pasear el abuelito con su pepino y el que suscribe con la gesita.

Hubo de todo. Cientos de curvas, 500km dan para unas cuantas, rápidas, lentas, muy lentas, sobre un asfalto perfecto como un green de golf, cerca de el Barco de Ávila, o casi inexistente como en los alrededores de Candelario. En estas, el abuelo sufrió bastante más que yo.
Hubo buenas viandas, judías de el Barco y churrasco de Ávila.
Hubo paisajes de cuento, el valle de entrada a Hervás, aquí hubo paseo por la historia en su judería y calor, mucho calor momentaneo.
Hubo color amarillo jara-olorosa, verde intenso-pasto, azul profundo-pantano, gris cielo-amenazador y negro lluviosa-noche.
Vimos hombres trialeros, abuelos sonrientes y mujeres mqmf.
Rodamos cuando iba yo delante, aunque el miguelito no lo admita; volamos bajito, cuando el abuelo marcaba el ritmo, la gesita llegó a 200 cerca de Plasencia, y navegamos bajo el agua en Madrigal de la Vera; aunque parezca mentira, un casco puede llegar a calar.
Sufrimos la falta de costumbre de largas rutas en nuestras posaderas, manos y antebrazos.
Disfrutamos, creo yo.

P.D.
Dos cosas: el abuelo es perjudicial para mis neumáticos. Que quede claro que la gesita no es una deportiva.

Los comentarios de Miguelito en su bloq pinchando aquí.

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