La negra y la Lola de paseo.

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Al final la convocatoria nos convocó a pocos.
Uno de los no habituales, Esteban y su Bonneville, nos regaló con su presencia y junto conmigo y Bea, formamos el grupo de osados moteros esta vez.
Al final hicimos una de las habituales, con alguna modificación, por imponderables que más adelante relataré.
Quedamos en Robledo, en la gasolinera, y justo cuando llegó Estaban, empezaron a pasar una ristra de BMW R la mayoría con más de 20/30 años, dirección a Hoyo.
Unas 40 motos pasaron, y alguna de ellas verdaderas reliquias.
¡Curioso y bonito!
Nos pusimos en marcha a eso de las 11:30h, tranquilitos, y aguantando el tráfico hasta Valdemaqueda.
Desde ahí hasta Hoyo, prácticamente solos por la carretera, disfrutando del paisaje y las trazadas.
Hoyo-Cebreros, carretera que le gustó mucho a Esteban, y de ahí hacia Ávila por la de San Bartolomé.
Tranquilitos, con poquísimo tráfico, y disfrutando, me repito mucho, lo sé, pero es que esta carretera, sobre todo, la parte más alta, me encanta, por los paisajes, la tranquilidad, las rapaces dando vueltas encima de ti, las culebras en la carretera...
En Ávila, damos un rodeo para ver las murallas, y paramos en le bar de siempre, para mirindas y una buena tapa de torreznos.
Después del descanso, decidimos bajar por el puerto de Navalmoral. Nada más salir de Ávila, cartelón indicando que la carretera esta cortada y que hay que ir por el Barraco, pero continuamos, a ver si hubiera desvío más adelante.
Al final, “antichollo”, y toca dar la vuelta, y bajar por la Paramera. “Carretera cortada por voladuras”. Supongo que mejorarán esta carretera, espero que no la estropeen.
Sin novedad hasta San Martín. A buen ritmo, pero tranquilos, sin crispaciones, aunque alguna R nos levanta las pegatinas.
En San Martín, nos despedimos, Esteban vuelve para Madrid por la 501 y nosotros por la 403 hasta Villa del Prado y Méntrida.
Al final 200 y pico kilómetros y llegamos a las 14:50h a casa, justo para comer con la family.
El calor se hizo sentir, y ya empieza a picar con la ropita de moto, pero bueno, es lo que hay.