Cogiendo prestado el nombre de la web de Fabián, que está dándose una vueltecilla un poco más grande, comienzo este relato.
A principios de semana me puse a planificar una ruta para el finde, la idea era hacer una un poco larga, y aprovechar para comer a mitad de camino.
Como hacía mucho que no iba para la zona más profunda de Gredos, esta fue la elegida.
Lancé convocatoria general, pero los hados se aliaron en contra, y al final nadie se apuntó.
Pero claro, no me iba a quedar en casa con los brazos cruzados.Así que teniendo en mente esta ruta, salí con la idea de completarla, y si veía que me alargaba, recortarla.
A las 9:30h ya estaba con toda la parafernalia, más el chubasquero sujeto con la red en el asiento, por las posibles tormentas previstas. Iba a ser también una ruta de prueba, acababa de montar los Pilot Road 2, en la trasera, y era la primera salida sería que hacía con la pareja de Michelin (Power 2CT delante), que no me han decepcionado nada.
Primer tramo hasta Burgohondo, pasando por Cebreros, curvas conocidas, y en perfectas condiciones, eso sí, en el tramo de antes de las antenas, los saltos que antes pegabas por las raíces, ahora los pegas, atenuados, por parches de asfalto nuevo. Sin ninguna novedad, disfrutando de carreteras conocidas, trazando, y con poca compañía...la gente no madruga los sábados.
De ahí, enfilamos, la Lola y yo, hacía Venta del Obispo y Barco de Ávila. Temperatura ideal para ir en moto, y más de lo mismo, curvitas y muy poco tráfico, y paisaje inigualable.Primer susto del día, a pocos kilómetros del Barco, aparece un perro en medio de la carretera, aturdido, pero reacciona a tiempo (me dio tiempo a frenar de todas maneras) y se pierde por un camino lateral.
En el Barco paradita para sopa y meo, un poco de cháchara con el "gasolinero", la correa de la Lola da mucho juego en estas situaciones, y a seguir.
Poco antes del puerto de Tornavacas, al cruzar no sé que pueblo, me toca pararme por que cruza una boda, con sus músicos y todo, mientras espero, se me acerca un paisano y alternamos un poco...deseándome buen viaje.
Corono Tornavacas, con vistas impresionantes del valle del Jerte, y empiezo a ver cerezas a tutiplen, en los árboles y a la venta en cualquier recoveco de la carretera.A unos 20km de Plasencia, giro a la izquierda dirección El Piornal, al que se llega por una carreterita estrecha, pero en un estado bastante bueno, incluso los últimos kilómetros con asfalto nuevo. Dejándome unas vistas impresionantes del valle, según subes.
Desde El Piornal, bajo hacia Garganta la Olla, por una carretera un poco tocada, pero perfectamente practicable, bosque cerrado, con estampas de postal para almacenar en la retina.
Por Garganta paso de largo, dirigiéndome hacia el monasterio de Yuste, por otra carreterita estrecha, con bastante tráfico, y con mucho cambio de rasante y curvas ciegas (es ya la una y pico y es zona de mucho domingueo)
Pillo la EX-203, que atraviesa toda la Vera, disfrutando de curvones amplios, y carretera en muy buen estado, esquivando algún pajarillo que tenía ansias de suicidio y sintiendo ya signos de cansancio.
Aquí ya empiezo a ver que se está montando gorda en las cumbres, y que si no quiero tirar de chubasquero va a haber que aligerar.
En Candeleda paro para tomarme un refresco y limpiar el casco y continuo. El último tramo, antes de Arenas de San Pedro, me encanta, entre pinares, y estrecho, es una gozada, el único inconveniente es el tráfico, que en esta zona y en fin de semana, suele ser bastante.
Ya, en Ramacastañas, pillo 501, y aumento un poco la media (muchoa recta). Me desvío hacia las Rozas de Puerto Real (tramito muy chulo hasta Cadalso).
En las Rozas, segundo susto, esta vez un gato, ¿negro o marrón?, que decide, cuando casi había cruzado la carretera, darse la vuelta justo cuando paso yo. Afortunadamente, soy más rápido y no hay contacto.
De ahí, pues ya carreteras muy trilladas, hasta el Encinar y Villa del Prado, y llegando a casita a las 15:45h, después de 432km.
Aquí os dejo el mapa.
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