20/7/09

HD Week.

Por circunstancias de mi trabajo, de vez en cuando me llevo buenas sorpresas, la última ha sido que con la excusa de hacer unas fotos a José Coronado, motero habitual, para la revista GQ, he tenido la oportunidad de tener en mi garaje durante unos días un par de máquinas impresionantes.


La primera en llegar fue la Sportster 883 Iron, no soy muy fan de las sporsters, me parecen la harley barata que llevan los quieroynopuedo (una vez vi a un tipo con castellanos y sin calcetines con una y eso me marcó) aunque por supuesto siempre hay excepciones. Sin embargo, al leer sobre la Iron en una revista vi que en el diseño, cortita por detrás, con asiento individual (de serie no trae ni estribos para el paquete), y esa pintura negra mate, se habían lucido, una moto bonita bonita, por eso, cuando me la dejaron me llevé un subidon ya que tenía ganas de echarle el guante.
De primeras la agarré sin ningún tipo de complicación y a los dos minutos estaba culebreando entre los coches y la obras de madrizzz como si fuera una vespino, la posición de los pies es comoda, para estar en el centro de la moto, un poco más adelantado que en mi bonneville, pero al ir encajado en el asiento y los brazos un poco elevados, da sensación de firmeza. Más tarde, atascado en la Gran Vía a las 14.00 pude comprobar con agrado que no suelta tanto calor como sus hermanas mayores y tampoco vibra tanto, el sonido sin llegar a ser estridente tiene cuerpo y es muy reconocible, una moto muy útil para moverse por la ciudad.
Esa misma tarde me fui hasta Fresnedillas de la Oliva y alrededores entre otras cosas para celebrar los 40 años de la llegada a la luna. En la autovía de camino tampoco iba nada mal, eso si, a más de 140 vas abrazando el viento cosa mala....Por las carreteras de montaña es otra cosa, eso si, mejor sin baches que te dejas el culo, no quiero pensar como eran las harleys antiguas....subiendo y bajando puertos es cuando se escucha el motor sonar y se disfruta más, aunque no tiene demasiado par para lo que estoy acostubrado, mejor llevarla revolucionada que suena y anda mejor. Por cierto, frena muy poquito,la pintura mate tiene pinta de que se araña con mirarla y la 6ª marcha yo creo que sobra.




La siguiente en llegar fue una flamante Fat Bob Screamin’ Eagle Twin Cam 110™ de 1800 C.C. de Custom Vehicle Operations, motos exclusivas con tuneo de fábrica si es que eso tiene algún sentido. En cualquier caso una moto preciosa, con unos acabados increibles y esta vez si, una Harley de verdad, de las que te queman la entrepierna y en las que para cambiar la marcha casi tienes que estirarte y eso que mido 1.80m.
En este caso el motor tampoco es estridente, no le hace falta, nada más arrancar suena que da gusto sin esos petardeos molestos de algunas HD, grave y profundo. En este caso preferí no meterme demasiado por el centro de la ciudad con ella, el calor que despide ahora en pleno verano llega a ser un coñazo y da la sensación de ocupar lo mismo que un coche aunque después de un rato terminas encontrando huecos y culebreando aunque con más cuidado.

Ésta si que frena, tiene un par de discos enormes en la rueda delantera, atrás no sé, con esa postura tan custom creo que no usé el freno de atrás más de un par de veces y casi parado, y menos mal que frena, porque es como llevar una locomotora, en bajos te dá unas patadas tremendas como no tengas cuidado con el puño, incluso en marchas largas. Es una pena que al ser tan baja y ancha no se pueda aprovechar demasiado tanto motor en zonas con curvas, en seguida rozas con los estribos y teniendo en cuenta lo que deben costar,con todo ese cromado, remaches y demás pués no compensa.




A esta moto no llegué a encontrarle ningún sentido demasiado práctico, por ciudad, mejor en invierno y por largos bulevares para ir de semáforo en semáforo sin llegar nunca a meter 3ª, por autovía te permite una buena velocidad de crucero pero mejor ponerle una gran pantalla, a ser posible que cubra también los pies, y en carreteras enroscadas pues eso, te cargas los estribos. Imagino que para esas carreteras yankees interminables y en las que no puedes pasar de 80 mph es perfecta. Donde más la disfruté yo fue en una carretera de dos sentidos, suficiente de ancha y curvas suaves y largas,de Colmenar Viejo a Guadalix de la Sierra, sin apretar demasiado el puño tomas las curvas como si fueras navegando y el motor ronronea y responde que da gusto.
De vuelta en Madrid empecé de nuevo a temer porque mi pierna derecha saliera ardiendo y ya con la moto caliente, en los semáforos eres blanco de todas las miradas por temblar de esa forma, al bajarme de ella, dejándola en marcha, para abrir la puerta del garaje, más de un transeúnte se paro a mirar como temblaba ella sola y eso que pesa 330 kg....
Al volver a mi querida boneville me llevé una impresión tremenda, no reaccionaba a mi puño como solía hacerlo, y de repente pesaba muy poquito y hacía muy poco ruido....y te podías tumbar en las curvas!!


Una buena experiencia, para la siguiente no estaría mal probar una BMW R1200 GS(N.d. r.:al final todos pasan por el aro) y a ser posible en Africa, se lo pediré a los reyes... las fotos las hice casi de casualidad con una camarita compacta, en casa del herrero.... El pie de foto en la que aparezco yo sería, "planteándome si es sensato salir con la locomotora en chancletas y pantalón corto..." Incluso para moverla por el garaje para hacer un par de fotos es recomendable llevar buenas botas y pantalones.
Para ver las fotos de verdad en el nº de septiembre de GQ




Esteban Palazuelos
www.estebanpalazuelos.com

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