31/8/08

Yoni por Levante y la Mancha

John's summer walkabout

Era un viaje un poco extraño, dado que no me apetecía mucho para decir la verdad, hacía un montón de calor, solo disponía de cuatro días en vez de cinco o siete, y no tenía la moto acabada, pero que por motivos de fechas, tiempo libre, etc si se iba a realizar tenía que ser entonces o el año que viene... así que puse manos a la obra, terminé el cambio de semimanillares para unos más elevados para compensar el asiento nuevo también más alto, ajusté los mandos, ajusté la cadena, cambié el aceite y filtro que significaba el fin del rodaje, y arranqué la 1040 con rumbo al sur... y directamente tragué un atasco desde Daganzo hasta la NII. Aaaarrrrrrrggggggggg.


Dado que Manuela y yo, habíamos pasado los dos días anteriores sobre la moto, un total de unos 500km (350km el sábado y 150km el domingo con temperaturas rozando los 40ºC), tenía las piernas irritadas por el cuero del mono y decidí volver a mis orígenes por tanto me vestí de vaqueros, chupa negra del 1989, un culote de bici, casco, botas y guantes.




Día 1. Daganzo - Alicante. (468km)
Me tiré por Pozo de Guadalajara, Sacedón, y la N320 hacia Cuenca. Luego hacia Almodóvar del Pinar con un montón de coches y camiones dándome las largas... iba camino a una conversación con la Guardia Civil! Me paró el señor de la capa verde, y sin darle tiempo para decirme algo le dije:

-¿Quiere ver los papeles?-
-Sí.- me dijo.
-Están debajo del asiento, en un sobre. Tendré que quitar el bolso y las correas.- cosa que ya iba haciendo. -Aquí los tiene.-
En cuanto los tenía en la mano, saqué la cartera y le presenté el carné.
-Pero eres de....- -Eres....??-
-Soy británico-
-Uuuh, creía que era usted de aquí, pero que había pasado tiempo fuera- -Bien, puede irse-

¡¡¡¡Quizás la conversación más alentadora de los últimos 6 meses!!!!

También fue un momento en que, a partir de entonces, empezaba a apretar mucho más el calor, y para colmo, la velocidad media tenía que bajar por el estado general de las carreteras. La moto andaba mal, con pocas ganas de pasar de 3000-5000, aunque tiraba bien por debajo y por arriba una vez superado el bache, un problema aumentado por el calor y la altura. (Y la falta de tiempo para ponerla de verdad a punto). Hice una parada en el valle de Alcalá de Júcar para sacar unas fotos, y al arrancar y después de recorrer unos 500m me di cuenta, por el deslumbre que sufría, que había olvidado de colocarme las Oakley. No estaban encima de la mochila (que ya tenía sobre del deposito), ni por ahí en el regazo. MIERDA. Me dí la vuelta y recorrí cada metro como un águila buscando mis gafas de sol preferidas por todas partes, y sin éxito.


Dos veces más pasé por ahí, arriba y abajo, sin nada como recompensa. -¡JODER! Las he perdido- pensé en voz alta. Resignado a comprarme algo en Alicante se me ocurrió una idea. Miré en el retrovisor y ahí estaban, en su sitio, es decir las llevaba puestas. No os miento si digo que son de las más oscuras que se puede comprar que aún valen para conducir. Tengo la vista nocturna de un búho, y con esas gafas no veo un carajo en los túneles de la M30, algo que debo tener muy en cuenta cuando circulo por Madrid (son así de oscuras).... y me dolían los ojos de la luz ahí en la mancha a las cuatro de tarde. ¡Que mundo!
Encima entonces me estaba preocupando la moto. El agua no se calentaba, confiaba en el reloj, y me dijo que todo iba bien, pero desprendía un calor descomunal, y las vigas del bastidor estaban que no se podía mantener la mano en contacto sin quemarse, pero ¿qué remedio? No iba a resignarme a circular solo por la noche, y me quedaban kilómetros por recorrer, así que ¡A tomar por culo con la moto! Aguantaría o no.
En 468km solo vi tres cosas que me gustaban, un puente de piedra caída (ver foto), el cañón de Alcalá de Júcar (más por inesperado que por espectacular) y una chica que me dio direcciones en Casas-Ibañez que tenía una pinta de MALA/MACARRA/ZORRA (elige según las ganas) que daba mucho pero que mucho morbo. O, y la casa de Stuart, mi posada por la noche en Alicante, eso sí que fue una vista agradecida, a pie de playa y un amigo que veo menos de lo que me gustaría. Estaba muy cansado, y lo pongo de excusa cuando os digo que me ganó 5-3 al billar americano.

Día 2. Vagando.(5km)
El plan consistía en recorrer las carreteras secundarias que suben por las colinas del interior de Alicante, ir a una cueva enorme que anda por ahí, comer bien y relajarme. ¡Al carajo con el plan! Estaba hasta las moñas del calor y tenía el culo depilado mecánicamente, pelo por pelo (o así me sentía) por el asiento a 60ºC, turbo calentado por el motor de la EXUP. Me puse las sandalias, el pantalón corto y una camiseta y me di una vuelta por la cuidad, el castillo de Santa Barbera, y el paseo marítimo. Vi cuatro gemelos en menos de 10 minutos, cosa que me extrañaba un poco, y casi TODO el mundo me ponía en evidencia por blanco, blanquísimo, y guiri. Ajo, ajo y agua.

La noche se pasó en chiringuitos de San Juan, tomando copas variadas, de cosas que en Madrid no tocaría ni con la tuya, que de verdad me gustó mucho. Cuando sean mayores los niños................ ¿quién sabe?

Día 3. Espuña, y Segura. (514km)
Parte 1:
Me levanté tarde, y para variar con pocas ganas. ¿Acaso no se trataba de hacer lo que quisiera? Me lo había pasado muy bien el día anterior, seguía prometiendo un calor de rehostia, y las ganas de quedar y hacer el vago la semana entera casi podían conmigo. Además, no sabía lo que me esperaba (pero de eso sí se trataba ¿o no?); entonces, qué remedio, a veces me sale algo de coraje, y menos mal porque iba a ser el día para definir la semana. Por tanto, a las once de la mañana me encontré en la autopista rumbo a Murcia capital, con por lo menos una brisa matinal algo fresca a 130km/h, y menos tráfico de lo que me habían prometido.


Tomé la C-415 y salí hacia Mula para adentrarme en la sierra. ¡Mal asunto! Las carreteras eran muy estrechas, muy muy bacheadas, y feas las vistas de cojones por todas partes. ¡Rollo! Hice una parada en Los Pavos para comer, para tomar dos coca-colas y a pedir consejos a los camareros... porque según el mapa tenía la 'suerte' de haber estado rodando por las carreteras buenas y ya me tocaban las malas!!! O eso, o hacer una escapada a la autovía y luego ¿qué?
Según mi madre nací con suerte, y aquél día no era la excepción: Me comentaron que a pesar de lo que ponía en el mapa, puesto que la Vuelta de España pasaba por aquella sierra la carretera se mantenía en muy buen estado y así fue, y la verdad es que disfruté mucho con esa carretera (ver fotos) de 35km. Pero, francamente, dudo que regrese porque lo que tienes que chupar para llegar y salir de ahí no recompensa. Sí. Al bajar de la sierra me tocaba chupar muchos más kilómetros de mierda para llegar a la próxima parada en Almudena. Un descanso, algo para picar, sopa para la nena y una coca light para mi, y justo a tiempo para ver el Tour de France pasar por el pueblo de Alemont, un lugar con muchas recuerdos para mi y unos cuantos amigos mios. Feliz, con la esperanza de carreteras nuevas arranqué, y a pesar de que los 43km siguientes iban casi rectas (¿dónde estaba mi Hog?) la calzada estaba en buen estado y disfruté con las vistas y las rapaces sobrevolando el paisaje.

Parte 2:
Llegué a Puebla de Don Fabrique (se me ocurrió la idea feliz de cambiarme el nombre a él de Fabrique, solo para que la gente me llamara por la calle -Oye, Don Fabrique, ¿cómo anda usted?-) un pueblo muy pueblo de la España profunda, pero chulo, y decaído y de verdad tenía la intención de hacer una parada, quizá incluso alojarme ahí, pero no, no me llamaba y a pesar del cansancio, o por ello, decidí seguir hasta quizá Santiago de la Espada, y así conocer un poco la A-317 antes de parar motores y tomarme un baño bien merecido.
Ja. Eso creía.


Los 82km que recorrí a partir de entonces entran, sin duda alguna, en la lista de las tres rutas preferidadas de toda mi vida motera. Otra sería Snake Pass, entre Manchester y Sheffield en Inglaterra, y la última el primer tramo de la vuelta a Madrid desde Taramundi que compartía con Oscar.
La A-317 desde PdDFabrique hasta Hornos se divide básicamente en 3 partes iguales, la primera, de asfalto antiguo pero en buen estado, majo, muy estrecho y con muchas curvas entre pinares. Iba encantado con casi cero tráfico disfrutando de la vista. La segunda parte te saca de la sierra, bajas, y cruzas un valle para llegar a Santiago de la Espada. Se ensancha un poco, y las vistas se abren para que te des una idea de donde has venido y a donde vas. Es al final de ese tramo donde reposté y descansé un poco dado que ya iba un poco 'pof'. La tercera parte tiene truco, porque han mejorado mucho la calzada, es ancha, de asfalto cojonudo, con quitamiedos forrados en madera para no chocar con el entorno, pero, y es un 'pero' que me desconcertó mucho, en las curvas a derechas el paso de vehículos trazando mal ha esparcido algo de la gravilla del arcén (sin 'h') en la carretera en si, y la primera vez que lo descubrí iba bien descolgado y disfrutando mucho de todo, y se me fue la rueda delantera casi 30cm de lado hasta llegar a asfalto limpio y agarró de nuevo. ¡QUE SUSTO! Pasó una segunda vez unas pocos curvas más adelante y me vi forzado de bajar el ritmo, y mucho. Ahora iba más lento, y muy consciente del cansancio y las ganas de parar y refrescarme de una vez, y cuando por fin vi un pueblo colgando de un barranco alto, a lo alto de todo, con un castillo, y al atardecer, con una luz chulísima sabía donde me iba a alojar esa noche, y cuando, unos 10 minutos más tarde llegué a descubrir que se trataba del mismísimo Hornos donde me dirigía, pues mejor aún!
Un dormitorio moderno, limpio con baño, aire, y un bar debajo por 20 pavos. Encantado. Un vez limpio y camino de estar hidratado saqué la cámara y me dí una vuelta para ver lo que había que ver. Es un pueblo muy pequeño pero con mucho encanto. Volveré en compañía.


Día 4. Hornos, Río Mundo, Las Lagunas de Ruidera y a casa. (421km)
De la A-317 quedaba poco, pero me seguía gustando. Pero toda cosa buena se acaba, y al final se convirtió en la A310, que a su vez se convierte en la CM3204 que llega a la CM412 ... y todas me encantaban también!!!. Estaba como un niño encerrado en una tienda de caramelos.

Pasado Siles y Venta de Mendoza esta la fuente del río Mundo. El entorno es una pasada, y no dudé en dejar el casco y el bolso con la moto y emprender la subida para llegar hasta la catarata misma. Desgraciadamente, no era la mejor época del año, y dado que se trataba más bien de un hilito de agua que una cortina, y viendo la subida de muerte que había que hacer para llegar al pequeño lago ahí a pie de la caída arriba del todo, cargando con la chupa de cuero, las botas de moto y el calor, me dí la vuelta a media subida y lo dejé para otra ocasión en otra estación del año. Vale, soy marica. ¡Denúnciame!
Cuando salí de Hornos esa mañana daba por hecho que me iba a tocar rollo hasta Madrid pero NO. Tanto me gustaron esos primeros 86km se aprecia cuando os digo que me creía perdido, ya en la CM412 y no me encontraba en el mapa, (de hecho buscaba en el sitio equivocado ya creéndome en la N322 camino a Albacete) que me dije -A tomar por culo. Me gusta tanto que la voy a seguir hasta llegar a su fin, y si de eso se trata de Albacete, vuelvo a casa por la A3 y paso de las Lagunas.-
Al final púes sí, se acabó. En Reolid la CM412 se une con la N322 y aunque vuelve a ser la CM412 unos poco kilometros más allá no es lo mismo, los paisajes y las curvas se han quedado atrás y no hay más que rectas y calor, y francamente es un auténtico rollo. Desvié a Ossa de Montiel donde comí y al llegar estaba otra vez maldiciendo la Mancha y el CALOOOOR.
Las Lagunas de Ruidera son majas, especialmente el color aguamarina del agua (que no se aprecia bien en las fotos) y su forma de lagos escalonados como presillas, el uno al siguiente, y tantos, pero destaca más por su existencia que por otra cosa. Hay miles de lagunas más guapas en el mundo, pero no en medio de la Mancha, y con eso se justifica su fama y bien merecida. Fueron, también un respiro de aire fresco, unas últimas curvas lentas para disfrutar antes de dirigir la moto hacia Manzanares y la N4, y de eso, lo menos que digo sobre ese tramo, mejor. Llegué a casa con ganas de más, mucho más, y no miento cuando digo que no esperaré hasta el año que viene para conseguirlo. A ver si la próxima vez voy acompañado...















YONI
pd. Algo que se me había olvidado y que acabo de recordar. La CM412 tiene (en el sentido que la recorría) una subida de un mini puerto que se llama Las Dehesas con tantas curvas tan entre-enlazadas, tan suaves y tan iguales que podrías mantener el puño fijo, enlazando una curva tras otra tras otra oyendo las revoluciones subir y bajar a medida que la circunferencia de la rueda disminuía o aumentaba con el ángulo de la moto, más o menos tumbada. (El neumático tiene una circunferencia mayor en el centro que en los flancos. A medida que tumbes la moto la rueda se hace más 'pequeña' y tiene que rodar más rápido para mantener una velocidad constante... lo que pasa es que no se suele apreciar). Y mooooooola.

2 comentarios:

Fer dijo...

Habrá que darse una vuelta por esas carreteras.

Anónimo dijo...

Genial!!

Emilio.