Por Segovia y de estreno...

Pues esta vez tocaba una salidita en pareja, de esas que molan, de tranquis y enseñando a Bea paisajes de nuestra sierra.
Salimos de donde siempre, hacia Colmenar de Arroyo y Valdemorillo...El Escorial, Guadarrama y a subir el pto. de Navacerrada.
Un poquito de rasca, quizás demasiada para ir todavía de verano.


Aparcamiento del pto. de Navacerrada.

 Tiramos para Cotos y Rascafría. Paramos para sopa y hacia Lozoya. En Lozoya cruzamos por Navafría  a la zona Segoviana. Aquí, con nubes grises y otra vez subiendo, se hizo notar la bajada del termómetro. Yo ya iba fresquito, y "mi costilla" sufriendo un poquito. Pero las vistas que nos encontrábamos hacían olvidar un poco todo esto.










Lozoya desde la subida a Navafría.

 Una vez en Segovia, pillamos la N-110 dirección La Granja, con la intención de hacer parada y fonda en El Cuartel de Sotosalbos, pero visto que las nubes aumentaban en volumen en esta vertiente de la sierra, y que no íbamos preparados para ello, sólo hacemos una miniparada para ver la iglesia de Sortosalbos y decidimos continuar, para hacer nuestra parada de avituallamiento al otro lado de la sierra.

Iglesia de Sotosalbos.

Nos dirigimos hacia La Granja, que está lleno de turistas viendo sus "lindezas", y empezamos a subir Navacerrada por esta vertiente. Pudiendo zafarnos de los coches, y hacer las siete revueltas solitos. Casi llegando al alto, estamos a punto de tener una gorda, porque un ###@@~~#!!! en un Corolla decide adelantar a otros 3 coches cuando nosotros vamos de frente...conseguimos esquivarnos y salvo las ganas de reventarle el craneo, no pasa a mayores.
Paramos en el alto, con la intención de comer, pero no nos convence la oferta, y decidimos bajar para Cercedilla, donde después de dar una vuelta, elegimos un restaurante de la entrada, enfrente del aparcamiento, que se llama La Herrería.
Nos deleitamos con una ensalada de la casa, que con un aliño de miel y mostaza y otras esquisiteces, nos place. Y de segundo un pato en cofit (no el pato entero) y unos rollitos hindús de carne y verduras al curry picante. La comida de 9, la atención de 7, pero sólo son dos chicas y tardan tiempo en atender.
Precio de esto, más los cafés, el agua y el pan, 44€. El sitio acogedor y "cuco".

Una vez comidos, y después de hablar con Emilio, quedamos con él y con Oscar en la Cruz Verde, para que nos presente a su "nueva chica", una italiana pelirroja de piel morena, que no está nada mal, y darnos una vuletecilla.



"La italiana" con su pareja de fondo.



Estamos de cháchara un "ratín" en la terracica del bar del puerto, y salimos para Cebreros por Robledo y las antenas, haciendo unas curvitas para ver si a Emilio se le ha olvidado esto de salir en carretera, que por lo que vemos, no ha pasado.

En Cebreros paramos para gasolina y Oscar a inflar la trasera, que la lleva perdiendo aire, y por esto último, decidimos acortar, y ellos dos se vuelven para El Escorial, y nosotros para casita.



Reunión de europeas.

Al final, un día completito, con unos 320km más a las espaldas, y muy disfrutados en todos los sentidos.