Nuestra pequeña aventura del Sábado.

Bea y yo habíamos decidido salir el Sábado a dar una vuelta con parada y fonda en algún lugar.
El sitio elegido era Guadalupe, provincia de Cáceres.
Las previsiones durante la semana, no eran nada halagüeñas, pero parecía que el sábado nos daría un respiro.
Como la intención era ir a comer allí, nos levantamos sin hora y sin prisa. El día estaba claro, un poco fresco, y con algo de viento, que al final, se reveló como el auténtico enemigo de nuestro viaje.
Nuestro plan, salir hacia Candeleda, y desde allí bajar al sur, hasta la zona de Navalmoral de la Mata, y enlazar con la carretera que va a Guadalupe.
Hasta Candeleda, el viaje fue agradable, con temperatura buena, y con sol todo el rato, disfrutando del paisaje y sin mayores contratiempos.
Pero a partir de ahí y cuando empezamos a bajar en dirección sur por la AV-910 que después se convertía en la CM-5150, la cosa se empezó a poner fea.
Era zona de dehesas inmensas, bonito sobre todo los primeros kilómetros después de Candeleda, pero a partir de entonces, las rachas de viento eran extremadamente fuertes, y los bandazos continuos.
Afortunadamente, sin consecuencias.
El vientos nos persiguió casi hasta Guadalupe, amainando en las zonas de montaña, por la protección de las mismas.
Al final, y después de alguna duda, por las nubes que veíamos, llegamos a nuestro destino a eso de las 14:30h, después de unos 245km.

Buscamos un sitio para comer en la misma plaza, en el que dimos buena cuenta de unas migas, unas chuletillas y un solomillo, y casi sin tiempo de ver nada, emprendimos la vuelta, esta vez, hasta la N-V, y de ahí, para legar con luz, unos cuantos kilómetros de autovía. Eso sí, con muchísimo menos viento que por la mañana.

En el tramo de Guadalupe a la N-V ó A-5 como coño se diga ahora, paramos en un puente sobre el Tajo, donde están las ruinas de Talavera la Vieja

Antes de las 18:30h, ya estábamos en casa, al final 456km, en viaje express, y sin apenas paradas para deleitarse.
Sé que fue un poco cañero, pero por evitar un poco el mal tiempo (milagrosamente no nos llovíó, aunque pasamos por debajo de nubes que daban miedo) y el llegar con luz.

Pero creo que es un viaje muy chulo, para hacer con más tiempo, y eso sí, haciendo la vuelta también por carreteras secundarias.

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