No hay nada como eso, salir del curro prontito y acercarse a casa de los papis, pillar la Lola y dar un rulito.
Había que hacerlo. El miércoles pasado le puse las ruedas que me ha dejado Oscar para mi entrada circuitera de este domingo (que se presume húmeda). Claro, había que probarlas.
Así que sobre las 18.30h y después de disfrazarme de romano, salí a disfrutar de esas carreteras de diox.
Rutitaq de las habituales: Aldea, Chapineria, hacía Robledo pero sin llegar, en el cruce para Cebreros, y de ahí a San MArtín, pasando por la curva fatídica (sin ningún estímulo). Y de San Martín, por el Encinar, de vuelta a casa. Unos 110km, con buen tiempo y ritmo tranquilo, testando las gomas.
No noté grandes diferencias con las Michelín, veremos cuando haya que apurarlas.
Por lo demás, este tipo de saliditas no se pagan con dinero, carreteras casi solitarias, paisajes preciosos y disfrutando de los km y del viento.
La contrapartida es que no debería irme de ruta solito, pero es que me tira mucho.
1 comentario:
Debería haber hecho lo mismo hoy, pero el tiempo regular y la cita con los peques a las 18:30 me hizo rajar, y ahora lo lamento. Me recuerdo y el verano sigue sin haber empezado y a mi siempre me ha molado más el calor que el frío. Dicen que esta mierda primaverál durará una semana más como mínimo. Espero que solo sea eso, y que empezamos a quedar por fin. Un abrazo. John
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