Capítulo 2. Por Asturias y con agua.

Nuestro plan era hacer parte del recorrido de entrada en Asturias, pero en sentido inverso. Llegarnos hasta Riaño de nuevo, y después ir hacía el este, hasta Potes, y de ahí subir de nuevo hacia la costa y para Villaviciosa.
Pero no pudo ser. Iniciamos la ruta con el tiempo nublado y con el chubasquero enfundado, y hasta Cangas, caía algo, pero soportable, pero según nos íbamos acercando al Pontón, la cosa se iba poniendo fea, con mucha agua. Así que antes de empezar a subir, decidimos dar la vuelta e irnos hacia la costa, a ver si nos respetaba el tiempo.
Cogemos camino de Llanes. Otro de los teatros en los que ha estado Miguel, y en el espigón de Rubbic, también.

Por la 632 y la 634, al tran tran, con agua y algo de tráfico.
A Llanes llegamos justo a la hora de la comidita. Damos un paseo por el puerto, disfrutamos de las "vistas" y elegimos una terracita a la entrada para darnos un homenaje. Con tartita de xocolate de la de carta, que estaba de xuparse las muñecas.
Después de un poquito de sobremesa, volvemos para Villaviciosa, y antes de subir al camping, nos acercamos a la playa de Rodiles, enclavada en un paraje precioso.
Allí disfrutamos de los pechos de una pelirroja y de sus amigas que nos los muestran sin recato, aunque parece sorprenderles que miremos.
¡¡Uys!!, perdón, utilicé el plural, y Miguel, puedo jurar, que se tapó los ojos. Paseito por toda la playa enfundado en un mono de cuero negro, menos mal que estaba practicamente vacía, excepto las señoritas mencionadas anteriormente.
Se me olvida un detalle, el rumor de las olas nos trajo algo que me pareció ententer como:"Ese culo debe estar en los anales de este viaje". Lástima de foto.

De ahí, volvemos al camping, nos cambiamos y ya, prácticamente, a cenar y a la cama prontito, que mañana toca tirar pa Cantabría.
En total sólo 185km hoy.