9/5/07

A Jaen con la Bonneville

Una de esas cosas no esperadas y por ello estimulantes es cuando alguien te llama para proponerte algo con poco tiempo y algo que supone cierta preparación e infraestructura, vamos, no ir al cine a la plaza de los Cubos.
Así que Esteban me llamó para que le acompañara con la moto hasta la finca de Marta, en un pueblito de Jaen, Venta de los Santos, fronterizo con Ciudad Real.
El plan era salir el sábado y pasar allí el finde, a algo menos de 300km de Madrid (si vas por autovía, claro)
Así que quedamos tempranito en Valdemoro, que era más o menos donde confluían nuestros caminos y pa'bajo.
Esteban iba a hacerle el primer viaje largo a su Negra y se le veía un poquito inquieto.
Había estado estudiando un poco la ruta de ida para hacerla algo entretenida, teniendo en cuenta que la mayoría del viaje es por tierras manchegas de interminables llanuras y no menos cortas rectas, si no me equivoco pillamos alguna que se acercaba a los 10km.
Bajamos hasta un poco después de Aranjuez para salirnos de la autovía e ir hacia Yepes, de ahí la idea era enlazar con Madridejos por carreteras provinciales, aunque en Mora nos hicimos el lío y hasta que no pasamos Orgaz no nos dimos cuenta, pero bueno, buscar alternativa para enlazar con la carretera que nos conducía a Madridejos y poco más.
Según nos acercábamos a Consuegra se empezaron a dibujar en el horizonte el relive de sus molinos y su castillo, me gustó mucho esta imagen.
He de hacer un inciso para decir que las fotos son prestada de la internete ya que ambos por uno u otro motivo, no llevamos cámara de afotos.
De Consuegra a Madridejos y de ahí hacia Alcazar de San Juan,
rectas interminables, un tirón de Esteban, muchos sembrados.
En Alcazar salimos por la carretera que pasa por la zona de molinos donde hicimos una carrera de descenso hace unos años, me trajo gratos recuerdos, allí acampados con la furgo y a la buena de dios, después de haber estado en la sierra de Cazorla.
De Alcazar a Tomelloso, este tramo me líe con las indicaciones que nos hizo un paisano y lo hicimos por una nueva autovía, aunque buscábamos la carretera local.
Je,je,je. A partir de Tomelloso empezaba lo bueno, más concretamente cuando nos íbamos arrimando a las lagunas de Ruidera. El pantano de Peñarroya con su castillo, digno de ver y alucinante con el agua que hay.
Carreterita estrechita con curvas de todo tipo y asfalto en buenas condiciones.
Empiezan a aparecer las primeras lagunas y un ohhhh!! inaudible resuena en el interior de mi casco.
¡¡¡Joder!!!. Sé que estuve de canijo, en EGB, con el cole, pero no lo recordaba. Es precioso, el color del agua, verde cristalino, los fondos perfectamente definidos, el relieve que las circunda, buah, fue uno de esos momentos que piensas, "y 500km más de rectas me haría para ver esto".
Bordeamos por la carretera de servicio, que es bastante chula, pero que tiene limitada la velocidad a 40 y salimos por otra alternativa hacia Ossa de Montiel. Aquí según nos acercamos y como comentó después Esteban, parecía que entrabas en un pueblo africano.
De Ossa de nuevo a Ruidera y de ahí a Villanueva de los Infantes. De Villanueva a Cozar y a partir de Cozar otro tramito más que interesante, unos 30 km, hasta la finca, con interrupción de ritmo por ovejas cruzando.
Todo el viaje nos marcamos como límite los 130, con picos de 140 en algún adelantamiento, para no cocer los todavía limitados 34cv de la Triumph. Yo procuré mantener este ritmo en toda circunstancia, excepto al atravesar pueblos, claro.
En la finquita, pues relax máximo, buena compañia, agradable conversación, buena y copiosa manduca y rodeado de animales de casi todo tipo (caballos, cabras, perros, gatos, palomas, tórtolas, venados, pavos reales, perdices...)
Paseito por los alrededores y velada al calorcito de la lumbre.
El domingo, pues más de lo mismo, con intermedio para ver la carrera de Gp, que ya que me levanté temprano y no había nadie dando guerra, pues aproveché.
Comidita también de primera, calorcito del bueno y ya sobre las 17h empezando a preparar la vuelta.
Esta vez decidimos hacer la ruta expres, pillando autovía, por eso de aligerar la llegada. Y bueno, no se hizo tan pesada como suponía.
A mi me empezó un dolor de tarro cuando llevábamos 150km, pero paramos al rato y después de un descansito, como si nada, a 90km de Madrid, abrazo de rigor para despedirnos y a la altura de Valdemoro cada uno para su casa.
Llegué sobre las 21h a Méntrida y las perras me recibieron con salvas.
Conclusiones de este viaje: la Mancha tiene zonas muy bonitas, pero llegar a veces es muy aburrido, estar perdido y sin cobertura rodeado de animales y naturaleza recarga pilas a saco, Esteban ya es un motero de pro, le ví bastante bien plantado durante todo el viaje y muy consciente de lo que lleva entre las piernas, y cada vez más suelto con las curvas.
Hay que preparar ese viaje por los states en Harley.
Ahhh, al ritmo que ibamos creía que me iba a aburrir , pero me lo pasé teta. Cada vez me doy más cuenta de que lo que me gusta es ir en moto, no ir rápido siempre y disfruto a cualquier ritmo.
Soy un puto motero, lo reconozco.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Moooola. Me ha gustado el relato de la aventura. Y me has recordado que tengo muchas ganas de ir a ver las las lagunas de Ruidera. Tiene que ser la leche.

Anónimo dijo...

Tiene muy buena pinta como destino fotográfico

Anónimo dijo...

esto es un puto vicio....

yoniboi dijo...

En casa de herrero.... vas con Esteban y nadie tiene camara!!! Me cago en to... Entiendo las fotos de la Triumph de internet (porque igual a alguién no le suena la Bonneville) y los molinos de internet (porque igual a alguién no le suena un molino de Don Quijote) pero ¿¿¿un caballo??? ¿Has estado fumando otra vez?
Un abrazo, fumaaaaao,
John

Fer dijo...

Lo del caballo tiene su explicación. estuvimos alojados en la finca de Marta y allí se dedican a criar caballos.
¡¡Lástima no haber hecho fotos cuando se pelearon dos machos!! Porque hubo sangreeeee.