11/2/07

La ruta de ayer


Pues ayer, a darle al mango, que con el día que hacía, y sin otra actividad que realizar, iba a ser delito no darse una vuelta.
Tenía muy buena pinta, solete, seco, buena temperatura y sin pinta de que se estropeara. Y según iba avanzando se ponía mejor.
Eso si, en zonas altas o muy despejadas, pegaba un viento gracioso.
Ya que iba sólo, y todavía estoy aprendiendo con mi niña, pues a dar la vueltecilla por zonas conocidas.
El comienzo de costumbre, hacia Aldea, de ahí hacia la 501 y volví a tirar hacia Colmenar de Arroyo, para ver el tramito de las antenas que tal se hacía con aslfalto seco.
Hasta que llegas a las antenas, vas dando unos pocos botes, carretera estrecha y más apropiada para una trail, pero divertida. Desde las antenas hasta el cruce, curvas amplias y buen asfalto, pero con algún bache no deseado.
De ahí, empalmar con las curvitas del puertecillo de antes de Robledo y nada más terminar el puerto, coger camino a Cebreros, a la izquierda.
Esta carretera me encanta, y le di un poquito de cera, bueno, más que cera, iba tumbando a saco, entrando en curva deprisilla. Nada de ir a saco en recta, que eso es muy aburrido.
Probando a descolgarme más, pero no me apaño, por ahora, habrá que dedicarle más tiempo.
Llegada a Cebreros, bajo al Burguillo y a subir a Ávila por la Paramera. Algo de tráfico de latas, pero la mayoría del puerto sólo. Ya lo conoceis, curvas muy, muy rápidas y muy buen asfalto. Aquí se notaba el fresquete (iba con el cuero y el culotte largo de la bici, que aguanto bien) y el viento.
Quería estar al menos 150 km sin bajarme de la moto. Y como la autonomía me lo permitió. Pues a bajar a Cebreros por la carretera de Los Pinares. Me gusta más hacerla en este sentido que al revés. Salvo algún enlatado que otro, los 50 km prácticamente sólo. Disfrutando de cada curva y de las rapaces rondando en las alturas.
De Cebreros subí para Hoyo de Pinares, allí paré a dar de comer a la Lola y a regalarme unos donnettes, que no había desayunado.
Cogí la carretera hacía arriba, para ir hasta el cruce con la de Ávila-El Escorial, con la idea de ver si había algún quemadillo. Pero salvo una Fazer de esas de mensajero y una Varadero tocha, que iban parados, no me encontré con nadie.
Cuando estaba meándola en el cruce, pasó una Kawa de esas Eddy Lawson réplica, preciosa, pero entre que me la sacudía y me la guardaba, y me ponía las cosas, no me dió tiempo a verla más de cerca.
De nuevo en Hoyo, cogí la carretera hacía Robledo, y de ahí el camino de siempre de vuelta a casa.
Al final más de 220 km, con un tiempo de muerte, nada de frío, salvo arriba del todo y un neumático trasero totalmente apurado en el lado derecho, al izquierdo le quedan unos milímetros. Ya sabéis que es lo primero que se debe mirar nada más llegar a casa.
¡¡¡Qué buena es la F800S!!! Cada vez flipo más con ella.
P.d.: aproveché para darle un paseito a mi cuñao, que se quedó flipado, aunque todavía tiene que aprender algo de como ir de pakete, el cabrón se me agarraba y se me pegaba un huevo y apenas me dajaba moverme ( y mide casi dos metros)

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